Para dar la vuelta y realizar un cambio de sentido, están obligados a realizarlo en una “glorieta” instalada provisionalmente desde el 30 de enero y una zona sin asfaltar que es un barrizal, mientras que estén las obras que pueden durar meses o años.
Recordamos que la calle está cortada al tráfico excepto el acceso al colegio. Dicha calle es de doble dirección y solo se permite estacionar en uno de los sentidos. En total existen una treintena de aparcamientos de los que hay que descontar los 12-15 vehículos de los profesores y diferentes trabajadores del centro y el coche patrulla por lo que quedan unas 13-14 plazas para el aparcamiento de los padres y madres que van a dejar todos los días a unos 150 alumnos al unísono.
Los afectados esperan que esta situación se solucione lo antes posible ya que el año que viene entrarán muchos alumnos más, por lo que el caos puede ser mayúsculo y más aún los días de lluvia, por lo que anuncian, que se están organizando movilizaciones en señal de protesta.
Imagen de la actual rotonda y zona de giro obligatorio.