Un cortocircuito originado en un enganche ilegal a la red eléctrica provocó el incendio que calcinó un lujoso centro comercial el pasado sábado en Estepona (Málaga). La Policía Nacional ha detenido a los ocupantes de ese chamizo, una pareja de nacionalidad española de entre 43 y 51 años de edad, como responsables del fuego, y les acusa de un delito de imprudencia grave, así como de daños y defraudación en el suministro eléctrico. Los detenidos fueron rápidamente identificados y arrestados, uno de ellos en Estepona y otro en Manilva.
Las llamas habían comenzado en un paraje cercano al río Padrón, pero el fuerte viento de poniente que se registraba el sábado a mediodía provocó que una brasa incendiada saltara la autovía en dirección a la línea de costa y alcanzara un centro comercial, en el que a esa hora había numerosas personas disfrutando del club de playa, los diversos restaurantes y los comercios. El material de construcción, madera y brezo, facilitó que el fuego se propagara rápidamente calcinándolo todo a su paso, y obligando a desalojar de inmediato tanto el recinto como una treintena de viviendas y un exclusivo complejo hotelero cercano de forma preventiva. La virulencia de las llamas fue tal que la Junta de Andalucía declaró el nivel 1 de emergencias, y por las redes sociales circularon durante toda la jornada grabaciones impactantes del desalojo del recinto.
Ahora, la investigación policial ha comprobado que las llamas se originaron en un chamizo construido en una zona de campo junto al río, que disponía de red eléctrica gracias a un enganche ilegal a una caseta situada a 100 metros. El enganche fraudulento fue realizado por la pareja investigada, según la Policía, que tendió un cable de alimentación por el terreno hasta su choza. Allí disponían de varios electrodomésticos, como una sartén eléctrica o un ventilador. Las pesquisas apuntan a que alguno de estos aparatos provocó un cortocircuito, y las chispas acabaron prendiendo y causando el incendio.
El incendio afectó a 42 hectáreas de terreno y obligó a cortar la A-7 en ambos sentidos, según los datos facilitados entonces por el servicio de extinción de incendios de Andalucía, el Infoca. No hubo que lamentar daños personales, más allá de un bombero que requirió asistencia médica por lesiones menores. Pero los daños materiales fueron cuantiosos, ya que el centro comercial, denominado Laguna Village, quedó arrasado por completo. Asimismo, tanto el complejo hotelero de cinco estrellas como algunas de las viviendas cercanas también resultaron dañados, aunque de forma leve.