Los problemas crecen para los ayuntamientos de la provincia. Ahogados por la falta de ingresos, con deudas que se desmandan y con numerosos problemas para pedir créditos, los municipios se han encontrado con un problema adicional. Tienen que devolver 119 millones de euros al Estado. La causa es la mala previsión que hizo el Gobierno sobre la recaudación de impuestos, adelantando más dinero a los municipios del que realmente les correspondía.

No es la primera vez que los ayuntamientos asumen esta pérdida económica. Ya el año pasado tuvieron que devolver al Estado de 54,2 millones de euros por la caída de la recaudación en los impuestos de 2008. En esta ocasión, la desviación correspondiente a 2009 duplica a la anterior, según los datos de la liquidación del sistema de financiación municipal, que elabora el Ministerio de Economía y Hacienda.

Este dinero proviene de la participación que corresponde a los municipios de la recaudación de impuestos como el IRPF, IAE, IVA, alcohol, cerveza, gasolina y tabaco. Las previsiones excesivamente optimistas del Gobierno para las recaudaciones de 2008 y 2009, en los primeros años de la crisis, llevó al Estado a adelantar a los ayuntamientos una cantidad superior a la que realmente les correspondía.

Esta desviación fue del 14% en 2008, pero ha sido mayor con la liquidación de 2009, cerrada hace pocas semanas. El Gobierno entregó ese año a los municipios españoles, a cuenta de la previsión de recaudación, 8.081 millones de euros. Sin embargo, el menor ingreso de los impuestos durante ese ejercicio ha llevado al Ministerio de Economía y Hacienda a reclamar el 19% de la cantidad transferida, es decir, los ayuntamientos españoles devolverán 1.004 millones de euros en los próximos 5 años y que se detraerán de las cantidades transferidas anualmente. Esto supondrá una merma en sus ingresos, al reducirse las fundamentales transferencias del Estado.

Provincia

En el caso de la provincia, la desviación fue de 54,2 millones en los impuestos de 2008 y 119 millones, en 2009. Este dinero, que fue utilizado por los ayuntamientos en sus presupuestos municipales, tiene que ser devuelto en varias anualidades. No se esconde el hecho de que, precisamente ocurre en un momento de grandes dificultades económicas para las haciendas locales.

El peor parado es el Ayuntamiento de Málaga, que asume la devolución de 66,2 millones de euros, lo que supone algo más del 55% de la cantidad total de toda la provincia. El peso de la población del municipio malagueño explica que gran parte de esta deuda con el Estado recaiga en la ciudad, ya que el reparto de estas transferencias se realiza en función de la cantidad de población.

La capital tiene previsto un plan de pago en cinco años para reintegrar este dinero a las cuentas del Estado, a razón de unos 13 millones de euros anuales y que se empezarán a abonar a partir de 2012 y hasta 2017.

Marbella es otro de los grandes deudores del Estado, con una previsión de devolución de 9,3 millones de euros, seguida de Torremolinos (4,6), Mijas (4,2) y Benalmádena (3,9).

La otra cara la presentan los seis municipios en los que la liquidación del sistema de financiación ha dado resultado positivo y recibirán una aportación extra por parte del Estado. Es verdad que son cantidades casi simbólicas, pero que representan un respiro importante para municipios pequeños y con ingresos muy reducidos, como Alozaina, Atajate, Benalauría, Casarabonela, Tolox y Valle de Abdalajís.

Como anécdota, Faraján se encuentra casi en el límite. Sólo tendrá que devolver 48 euros de los 28.846 euros que recibió hace dos años. Manilva, en cambio, tendrá que devolver cerca de un millón de euros, casi la mitad del dinero recibido.

Fuente: La opinión de Málaga

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