El equipo de Gobierno de Manilva  piensa disolver  la Gerencia de Urbanismo creada hace un año y medio para dar más transparencia y control a los asuntos urbanísticos. La ciudad se ha convertido en los últimos años en un reclamo para las constructoras y la industria turística, debido a su situación estratégica a 37 kilómetros del Peñón y sus ocho kilómetros de litoral. La decisión se adoptará el próximo 8 de noviembre en un pleno. El gobierno local defiende que traerá ahorro, seguridad jurídica y credibilidad. La oposición cree que es “un paso atrás” que devolverá a la ciudad a la época de los escándalos y la corrupción urbanística.
El actual delegado de Urbanismo, Emilio López, (ex alcalde del PSOE) mantiene que la Gerencia de Urbanismo sustrae asuntos urbanísticos del pleno y que la concejalía puede encargarse de ellos sin hacer tanto gasto. “Una ciudad como Manilva, de 12.000 habitantes censados no necesita una gerencia, ni desembolsar los 3.500 euros que cuesta el sueldo mensual de su máximo responsable”, explica. Los empadronamientos en la ciudad, en pleno crecimiento, se han duplicado en apenas seis años. Se le calcula una población flotante de 50.000 personas.
 

La disolución de la gerencia es una promesa del actual equipo de gobierno, formado por Izquierda Unida y la Agrupación Socialista de Manilva. El anterior alcalde, Salvador Zotano (PSOE), la creó tras la detención del ex alcalde Pedro Tirado, del Partido Democrático de Manilva (PDEM) y antiguo gilista, por su implicación en pelotazo urbanístico investigado en la trama de blanqueo de capitales investigada en el caso Ballena blanca. “Se creó para solucionar la mala política urbanística desarrollada por el GIL, dándole transparencia a la gestión urbanística con un órgano colegiado, donde participan los técnicos y todos los grupos políticos del Ayuntamiento”, comenta Zotano, ahora en la oposición. “Con ella se volverá oscurantismo y a defender los intereses particulares por encima de los generales”, añade.

El actual equipo de Gobierno no lo ve así. Para ellos, es la gerencia la que peca de secretismo. “Nos hemos encontrado la gerencia con el presupuesto agotado y sin contabilidad alguna, además se daban multitud de licencias de forma irregular”, señala el delegado de Urbanismo. López asegura, además, que el todavía gerente de Urbanismo, Juan Herrera, “no tiene cualificación suficiente para el puesto”.

En octubre de 2005, el entonces alcalde, Pedro Tirado, fue detenido y encarcelado dentro del caso Ballena Blanca después de que la Policía encontrara en su casa 770.000 euros en bolsas de basura, supuestamente una comisión por la recalificación de la finca La Parrada. El caso se juzgará en una pieza separada con el ex alcalde acusado de blanqueo de capitales y cohecho. La Audiencia Provincial le ha retirado la acusación de prevaricación.

Edificio Geuma

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