Si la semana pasada Manilva era el epicentro de la noticia por la aparición de más de 10 narcolanchas aparcadas en nuestro litoral, hoy viernes toma el protagonismo uno de los yates de lujo más caros y grandes del mundo y que todos estamos viendo navegando por las playas de la zona con sus 105 metros de eslora con su diseño imponente y lujoso a partes iguales: el Lady Moura.
La embarcación pertenece a Ricardo Salinas Pliego , multimillonario mexicano propietario del Grupo Salinas en el que también participan activamente sus seis hijos –una de ellas, Ninfa Salinas, es ex senadora mexicana–. El magnate de los negocios no ha escatimado en detalles, y compró el yate al saudí Al-Rashid en 2021 por un valor de 125 millones de dólares. Es una de las embarcaciones más caras del mundo, ya que se rumorea que ha costado más de 200 millones de dólares.
El Lady Moura nació en 1990 de la mano del , convirtiéndose en ese momento en el noveno yate privado más grande del mundo (ahora ocupa la posición 48º). En su última visita a Marbella, la embarcación se ha servido del nuevo puerto de megayates Igy Marina Málaga . La infraestructura fue puesta en marcha por Ocean Capital Partners e Igy Marinas al frente. Ha sido necesaria una inversión de 11 millones de euros , una cifra ínfima si se tiene en cuenta el impacto económico que se ha calculado para la urbe: 100 millones de euros anuales.
Al margen del valor de este mega yate, lo cierto es que el empresario hace bastante uso de la embaración. Durante la temporada de verano se ha podido ver al sur de Francia , en Antibes, también en Palma de Mallorca y en Monaco, y en los últimos días, la embarcación se ha paseado por el puerto de Málaga. Cuenta con capacidad para una tripulación de 71 personas y 27 invitados, helipuerto , gimnasio, una sala de cine y discoteca.
Lujo y velocidad
Tanto el casco como la estructura del Lady Moura están hechos a base de acero . Con dos motores diesel Deutz –cada uno con una potencia de 6.868 caballos – y sus hélices de paso controlable, el yate tiene la capacidad de navegar a una velocidad de 22 nudos, con una velocidad de crucero de 14.
El lujo no abandona la embarcación en ninguno de los detalles. Tanto el nombre como el escudo, que se pueden ver a babor, estribor y en la popa, están tallados en oro de 24 quilates . Ostentoso para unos y sin duda necesario para otros, las comodidades están aseguradas en uno de los yates más lujosos del planeta.
