La Audiencia Provincial de Málaga ha fijado inicialmente para el próximo mes de octubre la celebración del juicio contra el ex alcalde de la localidad malagueña de Manilva Pedro Tirado y otras tres personas por el caso sobre la finca ‘La Parrada’, desglosado del caso ‘Ballena Blanca’. Así, según un auto de la Sección Octava, al que tuvo acceso Europa Press, las sesiones del juicio oral se han señalado para los días 6, 7, 8, 13, 14 y 15 de dicho mes, aunque se les concedió a las partes personadas en el caso un plazo para que acreditaran si existía algún impedimento para esas fechas.
La Fiscalía Anticorrupción solicitó la pena de dos años de prisión, siete de inhabilitación para cargo público y multa de tres millones de euros para Tirado por un delito de cohecho y, además, acusó al cuñado de éste, Francisco Calle, para el que pedía cuatro años de cárcel y 5,2 millones de multa por el mismo delito y por otro de blanqueo.
Asimismo, el fiscal realizó escrito de acusación contra Aki Kujala por esos dos mismos delitos, solicitando para éste cuatro años de prisión y multa de 13 millones de euros, mientras que para el socio y administrador de una de las empresas junto con Calle pidió otros dos años de cárcel y multa de 2,2 millones de euros.
En sus conclusiones provisionales, a las que tuvo acceso Europa Press, la acusación indicaba que la empresa Royal Marbella Estates, controlada por Aki Kujala, que aparece relacionado con distintos individuos presuntamente vinculados a actividades delictivas graves y en algunos casos reclamados judicialmente por varios países, compró varios terrenos por valor de 9,7 millones de euros y luego los vendió por 117 millones.
Este incremento en el valor de los terrenos está, según el fiscal, “íntimamente relacionado” con un convenio firmado entre la entidad y el Ayuntamiento, con Tirado como alcalde, en agosto de 2004, que permite “aumentar la edificabilidad” de la parcela. En concreto, la operación referente a ‘La Parrada’ supuso unas plusvalías de casi 92 millones de euros.
OPERACIÓN
Se explica que ante las dificultades para vender los terrenos, por el escaso número de viviendas, Kujala y otro socio decidieron acudir al entonces alcalde para conseguir un aumento de densidad de modo que la parcela “resultara apetecible para las entidades promotoras y constructoras y pudiera ser vendida sin dificultad”.
Para ello, “se valieron de la mediación del también acusado Francisco Calle” a quien el anterior le propuso “el pago de una importante cantidad de dinero para él y para su cuñado –Tirado– si lograba convencerlo para que permitiera ese aumento de la densidad”. El alcalde “aceptó”, según el escrito.
“El aumento de densidad pactado sólo se explica en función de la retribución económica a obtener por Pedro Tirado, participando en los beneficios que se obtuvieran con la reventa de los terrenos, sin que dicho acusado, alcalde por elección, tuviera en cuenta los intereses generales o las necesidades del Ayuntamiento de Manilva, pues un convenio anterior, por el que se incorporan esas fincas al expediente de cumplimiento del suelo urbanizable no programado, había sido objeto de aprobación definitiva por la Junta de Andalucía pocos meses atrás”, se señala.
Calle y Kujala crean una sociedad “con el único objetivo de aparecer como la mediadora en la venta de los terrenos que constituyen la finca ‘La Parrada'”, según el fiscal, que entiende que el cuñado de Tirado “con la finalidad de ocultar la ganancia obtenida en la operación urbanística” transmitió esos fondos a otra empresa constituida por una sociedad de Gibraltar, con el cuarto acusado, mecánico de profesión, como administrador “pese a tener una única participación en el capital social”.
En su momento, la Audiencia Provincial de Málaga revocó en parte el auto de incoación de procedimiento abreviado dictado por el Juzgado de Instrucción número 5 de Marbella (Málaga) y acordó “suprimir del mismo la imputación por delito de prevaricación”.
En el registro domiciliario realizado en la vivienda de Tirado se hallaron 762.102 euros en efectivo, agrupados en fajos de billetes de distinto valor, que “forman parte de la retribución pactada” con Aki Kujala y otro socio, y en la de Calle se encontró un reloj regalado por éste, “cuyo destinatario era su cuñado y entonces alcalde”.