“Oye Mohsin, vamos a explotar aquí si Dios quiere”, “por Alá que me reventaré”. Así de claras eran las intenciones de un presunto yihadista, detenido en 2019 tras jurar lealtad al Dáesh, en un vídeo que envió por WhatsApp a su “primo Moshin” y que grabó en agosto de 2018 con su rostro en primer plano y de fondo el recinto ferial de Manilva (Málaga), donde residía.
Mohamed Louarti, del que, a la luz de esta grabación, se temió que planease un atentado en la feria de Manilva, será juzgado a partir del próximo miércoles en la Audiencia Nacional. El fiscal pide para él 8 años de cárcel por integración terrorista o una pena alternativa de 6 o 4 años por adoctrinamiento.
El 4 de enero de 2019, el acusado hizo público en su perfil de Facebook, “Anwar Andalusí”, un juramento de lealtad a Dáesh, “condición que se entiende como paso previo para alcanzar el paraíso a través del martirio”, lo que precipitó su detención once días después, relata la Fiscalía en su escrito de acusación.