La actitud de la alcaldesa de Manilva, que restaba importancia en un reciente pleno al hecho de que un trabajador municipal vinculado a Izquierda Unida hubiese abonado hasta 3.400 euros con la tarjeta Visa municipal en combustible para su vehículo particular, acabará en los tribunales. El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Manilva, Francisco Miguel Álvarez, ha anunciado que denunciará en los próximos días al empleado y a la regidora en los juzgados de Estepona, por un presunto delito de malversación de fondos públicos.

La alcaldesa, Antonia Muñoz, reconocía los hechos en una sesión plenaria celebrada el pasado 5 de enero, en la que le preguntaron por lo ocurrido sucesivamente el portavoz del PP, Francisco Miguel Álvarez, y el edil del PSOE Manuel Alejandro Gil.

En el citado pleno, Muñoz admitió que el trabajador había usado la Visa municipal para surtirse de gasolina, pero lo justificó asegurando que se trata de un hecho “habitual” en el Ayuntamiento que “muchas personas” no ya sólo echen gasolina, sino que sustraigan “el bote de pintura, o la máquina calculadora, o el ordenador o la máquina fotográfica, etcétera del uso público”.

La regidora indicó que había tenido también noticias de que los bidones de pintura utilizados en el Ayuntamiento “habían servido para pintar muchas cosas”, como fachadas de vecinos del municipio, y censuró la actitud de los trabajadores municipales que se llevaban enseres o material sin decirlo.

Muñoz aseguró a los ediles de la oposición que se habían tomado ya medidas y que el trabajador había devuelto al Consistorio el dinero mal empleado en gasolina, si bien el portavoz del PP aseguró ayer a EL MUNDO de Málaga que esto “no es suficiente”. Según el edil, “de lo ocurrido pueden derivarse responsabilidades, incluso penales”, por lo que tras recabar información detallada de la Intervención municipal acudirán a los juzgados a denunciar los hechos.

“El trabajador sigue en su puesto con absoluta normalidad, y utiliza los coches del parque móvil municipal”, refirió el portavoz popular, para quien “no es admisible que el equipo de gobierno no haga nada ante unos hechos increíbles”. Álvarez recordó que el Ayuntamiento de Manilva tiene una veintena de cargos de confianza, lo que lo convierte en el Consistorio de España con el mayor porcentaje de estos cargos en relación con la población del municipio. “Hasta ahora habían dado muestras de su incompetencia; lo que no sabíamos era la poca vergüenza que tenían”, agregó.

Por su parte el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Manilva, Salvador Zotano, informó EL MUNDO de que su grupo ha solicitado la creación de una comisión de investigación para depurar los hechos, protagonizados por un empleado municipal que ha concurrido varias veces en candidaturas de Izquierda Unida, y que en la actualidad ejerce como responsable de los Bomberos en el municipio, lo que le habilita para conducir un vehículo de los asignados a Protección Civil.

El PSOE pidió a la alcaldesa toda la información relativa a lo ocurrido tras escuchar de sus labios en el pleno la confirmación de lo que hasta entonces era sólo un rumor. Sin embargo, según Zotano, han transcurrido las semanas sin que se les haya entregado la documentación solicitada. Por ello el grupo socialista ha pedido por escrito por registro de entrada del Ayuntamiento el inicio de una comisión de investigación, y ha adelantado que de no aclararse lo ocurrido pondrá el caso en manos de la Fiscalía.

En las imágenes del pleno del pasado 5 de enero, difundidas el martes a través de la web de EL MUNDO de Málaga, la alcaldesa explicaba que era habitual que los vecinos y empleados municipales utilizaran material del Ayuntamiento, y relataba incluso el suceso ocurrido cuando la concejal de Fiestas adquirió un millar de sillas y una veintena de mesas para la merienda de los pensionistas. El Día del Bolillo, según recordó Muñoz, el personal del Ayuntamiento tuvo que ir a recuperar las sillas, desperdigadas en viviendas y locales particulares del municipio. “A un concejal no le gusta tener que ir a recogerlas a un campo o una casa particular”, agregó.

“Que un vecino necesita algo para hacer una comunión, una fiesta o un cumpleaños, que lo pida. Se le hace un papel, y se le deja, y luego lo devuelve, y no pasa nada, pero de 1.000 sillas, que se pierdan 800, no. Porque eso lo pagamos entre todos”, añadió sin inmutarse.

Para Zotano estos sucesos son muy graves. “No se pueden comprar 1.000 sillas y que desaparezcan 800. Aquí hay un lío gordo”, dijo.

Fuente: El Mundo

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