Agentes de la Policía Nacional han detenido a doce miembros de una organización criminal dedicada a los robos con fuerza en domicilios, naves y almacenes de polígonos industriales ubicados en las provincias de Málaga y Cádiz.
Sus principales objetivos eran aparatos electrónicos y joyas que posteriormente eran vendidas en el mercado ilícito o enviados a Rumania utilizando una empresa de transporte.
En los registros practicados, la policía ha intervenido dos pistolas, varias armas blancas, como catanas, y un vehículo de alta gama que supuestamente usaban para perpetrar los delitos.
Además los agentes de la policía han recuperado once televisores de gran tamaño, 5.300 euros en efectivo, numerosas joyas, teléfonos móviles, ordenadores portátiles, cámaras fotográficas y de vídeo, electrodomésticos y herramientas para la construcción, entre otros efectos.
En el trascurso de la operación, los investigadores averiguaron las ubicaciones exactas de los domicilios utilizados por la organización e identificaron también los vehículos usados para los asaltos.
Después de todo este trabajo de investigación, los agentes procedieron al registro simultáneo de viviendas y garajes situados en las localidades malagueñas de Estepona y Sabinillas, y de La Línea de la Concepción, en la provincia de Cádiz.
La banda
A principios del presente año la Policía Nacional tuvo conocimiento de la existencia de una organización criminal de ámbito internacional compuesta por ciudadanos rumanos que se dedicaba a la perpetración de robos en viviendas y polígonos industrial.
Los componentes de este grupo criminal sustraían joyas, ropa, complementos, perfumes, cámaras de vídeo, reproductores de música y ordenadores, así como herramientas y maquinaria destinada a la construcción.
El destino de los efectos robados era su venta en el mercado ilegal o su envío a Rumania por medio de una empresa de transportes.
La banda criminal estaba estructurada piramidalmente y la lideraban dos sujetos apodados «Kukla» y «Plita». Estos responsables se encargaban de seleccionar los objetivos, planificaban los asaltos y coordinaban a los demás integrantes en todas las actuaciones.
El resto de miembros se ocupaban del transporte y de la ejecución de los delitos. Para cometer los robos utilizaban siempre vehículos de alta gama y vestían pasamontañas para evitar ser reconocidos y detenidos por la policía.
El desarrollo de las investigaciones permitió a los agentes establecer las identidades y los vínculos existentes entre los diferentes miembros de la organización.
Los arrestados adoptaban en todo momento grandes medidas de seguridad, estableciendo contravigilancias y aprovechando lugares estratégicos para ocultar los objetivos procedentes de los robos. Cada asalto estaba siempre precedido de una amplia planificación.
La operación ha sido desarrollada por los agentes del Grupo VII de la UCRIF Central, las UCRIF de Málaga, Algeciras y la Línea de la Concepción y la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación de Estepona.
Fuente: La Opinión de Málaga