Poco ha durado en el cargo el nuevo gerente de urbanismo del Ayuntamiento de Manilva que era nombrado por decreto de alcaldía el pasado 21 de agosto. El miércoles, el Sr. Aitor Menoyo presentaba su dimisión por motivos personales.
Todo parece indicar que la presión política en la que se han visto salpicados los asuntos aprobados en el último consejo de urbanismo, ya bajo su gerencia, podrían enturbiar el trabajo que se estaba realizando desde la delegación y con Aitor a la cabeza, la oposición iba a centrar las críticas en su persona, por lo que Menoyo ha preferido dar un paso atrás para continuar en su puesto de trabajo como asesor jurídico en el mismo Ayuntamiento, tareas que viene realizando desde el año 2008.
Recordamos que Compromiso Manilva, el partido actualmente en la oposición, ya denunciaba el pasado 22 de septiembre su nombramiento, que veía esta maniobra “como una elección partidista, ya que hay que recordar que el señor Aitor Menoyo es miembro activo del grupo de concejales no adscritos, sin olvidar que en la actualidad tiene varios procesos judiciales abiertos, en alguno de ellos ya ha sido condenado. Menoyo no es ejemplo de nada y menos de transparencia, gestión, imparcialidad y lucha contra la corrupción. Volvemos a la etapa oscura de Manilva, donde con el señor Menoyo vuelven a florecer los intereses ocultos y el manejar a su antojo la delegación de Urbanismo”.
Ayer mismo, este mismo partido publicaba en sus redes: “Estos cien días han servido para conocer la hoja de ruta y el tono del señor Fernández en este mandato, “las primeras decisiones han reflejado la idea que tiene el alcalde y su equipo de gobierno del Ayuntamiento de Manilva, una de ellas ha sido la escandalosa contratación y nombramiento a dedo y sin un procedimiento de selección de 😡Aitor Menoyo, como gerente de Urbanismo, una persona condenada en 2022 como autor responsable de un delito de prevaricación administrativa.”
Con esta dimisión, se pone fin a uno de los focos principales en los que parecía centrarse el principal partido de la oposición, el único que se había pronunciado públicamente hasta el momento de este nombramiento.