La ilusión era palpable en el salón de plenos del Ayuntamiento de Manilva. Los alumnos de la escuela taller habían superado los seis meses de la etapa formativa y en breve iban a proceder a la firma de sus contratos. Una segunda fase enmarcada dentro del proyecto, de 18 meses de duración, en la que los estudiantes están contratados bajo la modalidad de formación, cobrando el 75% del salario mínimo interprofesional. Antes de la rúbrica la alcaldesa felicitaba a los alumnos por este logro, mostraba la apuesta municipal por el proyecto, resaltaba la importancia del turismo en la economía local y animaba a los estudiantes a mantener esta línea de trabajo.
Por su parte, el concejal de Desarrollo Local, Diego Díaz, aprovechaba la ocasión para desear suerte a los estudiantes en esta nueva etapa.
El coordinador de Funmades, José Carlos Castaños, destacaba la importante labor del equipo docente y el esfuerzo del alumnado.
El director de la escuela taller pidió a los estudiantes que mantengan la línea de esfuerzo diario, porque según afirmó cuentan con el privilegio de formar parte de este proyecto.
Tras estas palabras, llegaba el momento esperado. Ana Candiles, fue la primera de los alumnos en firmar su contrato.
Uno a uno todos sus compañeros repitieron este gesto, que durante año y medio les permite cobrar unos 550 euros mensuales.
