La Junta de Andalucía amplía los horarios comerciales, incluidos los de la hostelería y va a retrasar el toque de queda desde este mismo viernes. Así lo ha anunciado el presidente del Gobierno andaluz, Juanma Moreno, hace unos minutos tras la reunión mantenida con el comité de expertos para analizar la evolución de la pandemia en la comunidad autónoma.
Según ha avanzado Moreno Bonilla, todas las provincias andaluzas se mantendrán cerradas. Al menos hasta que pase la Semana Santa. No habrá viajes, no estarán permitidos los desplazamientos para ver a familiares ni amigos pero, en cambio, el Gobierno andaluz ha tomado la decisión de dar más libertad dentro de las provincias.
Así, salvo en los municipios que superen la tasa de mil contagios por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas, los comercios y los bares podrán abrir hasta las 22.30 horas ya que el toque de queda se retrasa hasta las 23.00 horas, por lo que no estará permitido permanecer en la vía pública desde las once de la noche hasta las seis de la mañana.
«La situación sigue siendo grave e igual de imprevisible que hace un año», ha advertido el presidente autonómico, quien ha recordado que «el virus está y sigue con nosotros». «Las cifras diarias demuestran que hay que seguir tomándoselo muy en serio», ha añadido.
Las decisiones hay que tomarlas en base a los datos. Andalucía tiene 123 casos por cada 100.000 habitantes, lo que supone un riesgo medio-alto de contagio. Estamos mejor que hace un mes, pero no estamos muy bien. La curva no termina de bajar. Estamos en una situación de meseta con cierta tendencia a subir a partir de la semana que viene, ha trasladado el presidente.
Ha sostenido Moreno Bonilla que, aunque las medidas no les gusten a todos los andaluces, su Gobierno se ha dejado aconsejar por los expertos y siempre ha apostado por un modelo de equilibrio entre salud y economía. «Ha sido un modelo bien visto fuera de nuestras fronteras. Creemos que es mejor y más oportuno hablar de prudencia, aunque no es sencillo», ha comentado.
Moreno también ha mostrado su preocupación por la falta de vacunas y porque el proceso «no va al ritmo deseado» y por la expansión de las cepas británica y sudafricana.
El presidente ha finalizado su intervención pidiendo responsabilidad y comprensión a todos los andaluces ante las próximas fechas festivas que se avecinan. La Semana Santa será el primer gran examen del año para los andaluces tras las graves consecuencias que tuvo la celebración de la Navidad.