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Empresarios de Marzo Restaurante Marymar

Gema, David y Ana María (Restaurante Marymar)

“Manilva es una tierra maravillosa, el que se sienta estresado aquí es para matarlo”

Tomando cañas con unos viejos amigos el pasado fin de semana, me sorprendió un cartel que colgaba detrás de un bigotudo camarero que a su vez se hallaba detrás de una carcomida barra. Era el típico folio A4 amarillento por el humo de la freidora y escrito a mano con aquellos rotuladores gordos que todo lo manchaban.
El cartel decía: SE “PROHIBE” HABLAR DE LA COSA!

El controvertido judío, Albert Einstein, afirmaba refiriéndose a “la cosa” (la crisis), que “ Hablar de crisis, es promoverla y callar en la crisis es exaltar el conformismo,. En vez de esto trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla”.

Lo dicho, prohibido hablar de la cosa, y prohibido intentar huir de ella. Vamos a darle a la crisis donde más le duela, y de mano de una empresa familiar que se ha vuelto a reabrir en menos de lo que tarda un inspector de costas en echar una foto.

Gema Cuevas García (32), nacida en Fuengirola y criada en Manilva desde los 11 años. David Salas Cortijo (32), nacido en Andújar (Jaén) y en Manilva desde los 16. Casados y padres de Ana María (6). Empleados de hostelería ayer y Hosteleros autónomos hoy.

Bueno, Gema vino de la mano de su familia. pero como llegó David?
Pues yo estaba en la escuela de Hostelería de San Roque. Tenía 16 años. En el Castillo, había un restaurante que se llamaba El Faro. Y fueron a la escuela de hostelería a buscar personal, ya que el dueño, Chema, era antiguo alumno de allí y conocía a los profesores.

Y como os conocisteis?
(Nos cuenta Gema), nos conocimos en el Bar La Fuente, un bar que teníamos mis hermanos y yo, en el Puerto de la Duquesa. Aunque él me echó el ojo antes en Manilva y se fue acercando al bar y ya nos presentaron. Venimos los dos de la hostelería. Mi padre ha estado desde los 14 años.

Estuvimos de novios trabajando en varios sitios, en una pastelería, en un supermercado….cogimos el bar La Fuente, con tapeo y estilo andaluz, ya que en el Puerto era casi todo de estilo inglés.
Total, que nos casamos en el 98, pero nos quedamos sin trabajo y nos fuimos a Marbella, donde estuvimos un año hasta que decidimos volver a Manilva.
(Sigue David) Cuatro o cinco años estuvimos en el club de golf de la Duquesa. Con Paco Teo y Manoli, que la verdad es que ahí tuvimos una enseñanza muy buena. Teníamos base pero con ellos adquirimos una educación que nos iba llevando a ser autónomos. Les estamos muy agradecidos. Ahora son los dueños de La Terraza de Teo, en Guadiaro. Fueron muy buenos maestros. Temas de bodas, catering, …
Yo me fui al San Rafael 4 ó 5 años. Y ya ves, los maestros que tuve allí, Juan el metre, que me enseñó asuntos de la restauración y que me animó mucho y Antonio, el Chef, que me guió en asuntos más personales y de cómo tratar la vida. Con sencillez y optimismo. Esto ponlo, no se te olvide. Son personas excepcionales.

(Sigue Gema). Y siempre con la idea de montar algo nosotros tarde o temprano. Siempre nos ha gustado complicarnos un poco (se ríen)
Hemos aprendido trabajos diferentes dentro de la hostelería antes de iniciar nuestro negocio. (Gema resalta lo mucho que aprendió y se soltó junto a su padre en el Macues).

 
Tiempos dorados en el club de golf     
Gema en el Macues

En Marbella con Capello

Unidos en el trabajo


Y cuando distéis el paso al vacío? (Hablan los dos alternativamente)
Fue casual. Nos enteramos que Rafael alquilaba el restaurante. Pero teníamos dudas porque pensábamos que iba a ser muy caro. (Fue Gema la que le dio el empujón a David. “pero chiquillo pregunta!. No querías que tuviéramos algo nuestro?). Total, que nos liamos. En quince días empezamos a mover papeles y con las facilidades que nos dio Rafael cogimos el negocio. Rafael y Fina, se portaron muy bien. Después de 27 ó 28 años que han estado aquí haciendo una labor excelente y con una clientela inmejorable, nos vieron jóvenes y con ganas y nos ofrecieron quedarnos con esto, ofreciéndose incluso a trabajar en él para nosotros los primeros días mientras no habituábamos, mientras que otros propietarios de locales, en dos meses pasaban de pedir 1.000 euros a 2.000 ( no hay propietario más inteligente que aquel que pone los medios necesarios para que el inquilino se levante y pueda hacer frente al alquiler)

Nuestro mayor fuerte es haber conocido todos los palos de la hostelería. Aprendiendo de lo bueno, y sobre todo de lo malo.
Aquí ahora somos los dos. Nos fiamos el uno del otro. Uno puede tener una iniciativa, pero siempre hay que contar con la opinión de los dos. Son muchos años ya trabajando juntos. Uno en la cocina y otro con el público. Pero juntos.

Hemos heredado el saber diferenciar el trabajo de lo personal. El trabajo es el trabajo y la casa es la casa. Los problemas que genera el trabajo, en el trabajo se quedan. Aquí somos jefes y en la casa matrimonio.

Abrimos en Febrero del año pasado. Ya llevamos un año. (David se levanta y Gema nos cuenta acerca de los comienzos).

Bueno, nervios ni te cuento. Nos tiramos tres semanas sin poder dormir. Aunque la mayor parte del papeleo se lo llevó David. Pero que nervios. Teníamos mucha ilusión, pero ahora teníamos mucha responsabilidad. Yo era ayudante de cocina, pero ahora tenía que llevar la cocina yo sola. Antes teníamos unos sueldos fijos, pero ahora sabíamos que si la cosa no salía bien, nos íbamos a pique.
Me llegaban pescados, y pensaba, bueno, y que hago yo con esto?. Ya ves, con miedo a no saber prepararlo y estropearlo.
Faltaban dos días para abrir y a David se le ocurrió enviarme una muchacha con un ramo de flores. De los nervios que tenía, rompí a llorar. Ya te puedes imaginar.
Fíjate que cuando nosotros estábamos abriendo esto , cerraron 3 bares alrededor.

A la apertura, vino mi hermano Manolo a ayudarnos. También Fina y Rafael. La verdad es que fue una gran ayuda. (Llega Rafael Benítez, casualmente, al que le preguntamos como se apellida su esposa, y nos responde de primeras que no se acuerda, para luego decirnos con energía, Josefa Oliva Rondón. Ellos son los propietarios del local a los que David y Gema están eternamente agradecidos)

¿Con que ayudas económicas contasteis?
Prácticamente nuestros ahorros. También un préstamo de La General. Y una ayuda que se solicitó a nombre de Gema por ser mujer, empresa nueva y menor de 35 años. Ahora al año nos ha venido aprobada. (Un año después de abrir la empresa, les llega una carta de que le aprueban una subvención para montar el negocio . Del pago mejor no pregunto).
Y contamos con la flexibilidad de Rafael, como no. Esa ha sido la principal ayuda. Unos dueños flexibles que se acuerdan de su pasado.

(Vuelve David). A Rafael lo que le gustó mucho es saber que nosotros íbamos a seguir con su restaurante con la misma línea que la llevaba él. Tenía una clientela espléndida y los clientes son los que más han agradecido la continuidad (pescados de la zona, pescados frescos del día, …). Lo único que hemos cambiado es la pizarra, que estaba muy antigua y la hemos colgado ahí como una reliquia. Pero seguimos ofreciendo en las mesas la nueva. Una tabla con quince productos frescos diarios. La gente sabe que esto es lo que hay y según se acaba se va borrando. Al día siguiente la cocina está otra vez repleta y la pizarra llena de nuevo.

En invierno somos 4 trabajadores y en verano llegamos hasta 9.

He visto que en la puerta hay un cartel en el que anuncian alimentos para celiacos.
Nuestra hija es celiaca. Lo descubrimos cuando tenía 3 añitos.
Una persona celiaca es aquella que tiene intolerancia al gluten que se halla en el trigo, el centeno, la malta.
Al principio nos vino grande, pues todo llevaba harina. Nos metimos en una asociación de Málaga y nos fuimos orientando. Hasta que descubrimos que la dieta de un celiaco es una dieta más rica y natural que la de un no celiaco. Comidas a la plancha, naturales, verduras, y en frituras con una harina especial, con colorantes y especias más naturales. Nada de chucherías, ni bollería.

Decidimos comer lo mismo que ella. Y trasladarlo al restaurante, para que cualquier cliente celiaco pudiera disfrutar de nuestros pescados aquí. Empezamos con muy buena aceptación, y seguimos con sopas, gazpachos, cervezas, postres e incluso helados sin gluten. Alimentos que pueden tomar sin problemas, y también recomendados para el resto de clientes. Son más naturales en definitiva.

Mira, vino una clienta y nos pidió boquerones y calamares sin harina con gluten. Cuando acabó, nos dijo con emoción que llevaba años sin poder comer estas frituras. Era la presidenta de la asociación de celiacos de Aragón. Y nos ha hecho mucha publicidad.

Pusimos un anuncio en un foro de celiacos y nos contestó un montón de gente. Muchos veraneaban por aquí cerca y los ganamos como clientes. Posiblemente seamos el único restaurante de la costa malagueña donde un celiaco puede probar el pescaito frito. (métanse en el google y busquen: celiacos – Manilva. Una razón más para venir a veranear a nuestro pueblo)

Estamos a la espera de que nos visite Andalucía Directo, para ver si podemos promocionarnos.

El Marymar de ayer, 
el de hoy,
el del mañana?

¿Hay algo que queráis exponer para el gremio de Manilva?
Bueno, hay algo que quisiera resaltar (dice preocupado David) es el problema que estamos teniendo con costas. Los hosteleros del paseo marítimo. Nos vino una multa porque estamos haciendo ocupación de vía pública con las mesas y las sillas, pero es que resulta que llevamos muchos años pagando este impuesto al ayuntamiento, por lo que yo entiendo que esta multa no nos debería de haber venido a nosotros, sino al ayuntamiento, ya que el ayuntamiento nos cobraba a nosotros el impuesto. Y en la época que estamos viviendo, ahora nos dan estos palos.
Costas, quiere cobrar la multa y además que le pidamos a ellos ahora una concesión por temporada. Poniendo y quitando mesas y toldos cuando pase la temporada y el resto del año, que hacemos? No se dan cuenta que la costa malagueña es conocida por el espeto, por el chiringuito, por las terrazas. Ahora que ya no hay ladrillo, con esta medida cuantos negocios tendrán que cerrar y cuantos hosteleros y empleados van a ir a la calle? Es como si ahora dicen que en Sevilla van a quitar la Semana Santa y la Feria de Abril. Como van a quitar las terrazas de los paseos marítimos, los chiringuitos, la tradición y lo que el turista busca y por lo que conoce Málaga? . En lugar de ayudar ahora, lo único que hacen es darles palos a los pequeños y medianos empresarios.

¿Puedo preguntar a cuanto asciende la multa?
Primero vino una multa de 120 euros por mts2 y día. Osea, unos 6000 euros al día. Creo que calculando el año, era una bestialidad, casi 1.5 millones de euros.
Tras la reunión que tuvimos con el ayuntamiento se decidió que la multa era de un solo día. Unos 6000 euros. Pero ahora tenemos el miedo de que mientras recurrimos, aparezca otra vez costas, haga otra foto y venga otra multa.
Algo que no he visto bien, es que Costas nos multe a nosotros cuando lo que tenía que haber hecho es reclamarle la deuda al ayuntamiento que es quien ha venido recaudando y este informar de los negocios que le hemos venido pagando.

Cambiando de tema, hay cosas que es mejor olvidar, no? (España 1 – Inglaterra 0)
Ya no queremos acordarnos de aquel incidente entre comillas. Pero lo que si queremos agradecer a la gente que nos ha apoyado, a los internautas de www.manilva.ws que nos animaron mucho, a muchos vecinos y empresarios cercanos, como Paqui López que se portó muy bien y acudió a título personal a ofrecerse en lo que hiciera falta, y a todo el mundo en general.

Estamos llegando al final. ¿Alguna cosilla más que hallamos olvidado?
(David levanta la mano). Una cosa que yo quisiera resaltar, es que cuando yo vine aquí, hubo una familia que me apoyó mucho. Yo tenía 16 años y estaba solo. Y vecinos del Castillo me ofrecieron el campo de futbol para poder vivir (Que!? Donde??). Si, los vestuarios del campo de futbol. Yo conocí a Isabel Medina, a su marido Paco Sedeño y a su hijo, mi gran amigo Oscar. Nunca olvidaré lo que hizo por mí esta familia. Que me ofrecieron su casa, pero yo no quería, porque eran ya cuatro hijos y no quería molestar, entonces decidieron que podía quedarme en los vestuarios del castillo. Durante seis meses estuve viviendo en el vestuario del árbitro. Tenía mi ducha y una cama que monté. ( quedan chavales de 16 años así?).

Ah, y esta semana se inauguró la cafetería Bienmesabe, en el paseo marítimo, con el orgullo para nosotros de que uno de los dueños es Jorge, que ha estado trabajando para nosotros. Le hemos ofrecido nuestra ayuda en lo que podamos. (esto si que es tener memoria histórica)


Anda, aprovechemos la risa que nos ha provocado lo del árbitro y rematemos con alguna anécdota graciosa.
Pues en Marbella (le pasó a David), trabajando en el chiringuito en la playa, en el 99, estaba Camilo José Cela y pidió un pescado al horno y cuando estaba preparado el pescado se lo acerqué a la mesa para que lo viera y se me cayó al suelo. Imagínate la cara que se le quedó a Cela cuando vio su pescado en el suelo. (si llega a ser Fernando Fernán Gómez, remata a David allí mismo) . El dueño me pidió que no me acercara más a Cela y le pidió a Gema que estaba de camarera que siguiera ella a ver si le echaba alguna sonrisa.

Otra vez, estando allí comiendo Favio Capello, el entrenador del Real Madrid por aquel entonces, subía yo con una columna de platos sucios y en el último escalón pegué un tropezón y por no tirar los platos intenté yo andar como pude para hacer equilibrio hasta que poco a poco hinqué los brazos en el suelo y me hice polvo la rodilla. Capello se me acercó y me dijo: “David, por menos de lo que te ha pasado a ti, un jugador de futbol estaría dos semanas de baja”.

(remata Gema). A mi me pasó allí también una cosa muy graciosa. Me llegó una mesa de dos personas. Una de ellas era Karina. Y teníamos por costumbre poner unas aceitunas a los clientes con la bebida. Pero abrimos una bolsa de patatas por ser Karina. Cuando se la llevé, me miró y me dijo con cierto rintintin, “las patatas que son , por ser yo Karina?”. Aquello me sentó tan mal que le solté: No, las patatas se las ponemos a todos los clientes!.

Son las cinco de la tarde. Nosotros tenemos que abrir nuestro negocio. Ellos lo van a cerrar hasta las 7 y media en que volverán para dar cenas. Nosotros hemos tomado café. Ellos, se van a su casa a almorzar. A la hora en que acaban la digestión los españoles, los hosteleros de Manilva, se sientan a la mesa a servirse y a comer los últimos.

Hemos pasado a pié puntillas por “la cosa” y por “el incidente”, para poder tener de protagonistas una vez mas a una empresa familiar, a un matrimonio que se aventura a crear su propio negocio, a un equipo que trabaja duro durante el día y a una pareja que se ama y respeta al caer el sol. No hay comida más natural que la de un celiaco, y no hay mejor lección que la que viene de quien predica con el ejemplo

Dicen que soy héroe, yo débil, tímido, casi insignificante, si siendo como soy hice lo que hice, imagínense lo que pueden hacer todos ustedes juntos.
Mahatma Gandhi

http://www.restaurantemarymar.com

Paseo Marítimo de Sabinillas -Manilva- (Málaga)
Teléfono: 952 89 02 71

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