Noche de movida la del pasado lunes en nuestras playas, donde la persecución de una narcolancha se iniciaba en Manilva donde finalmente se saldaba con la detención de cuatro personas y se intervenía un total de 300 kilos de hachís durante una actuación que ha duró más de cuatro horas.
Las alarmas saltaron sobre las 20.00 horas del lunes pasado cuando la Guardia Civil detectaba como una embarcación sospechosa se dirigía a tierra en la zona del Castillo de la Duquesa, en Manilva. Rápidamente, se estableció un dispositivo que dio sus resultados.
En esta primera intervención, los agentes del Instituto Armado frustraron un alijo. En la costa intervinieron el vehículo en el que se estaba cargando la droga y nueve fardos de hachís, en los que había 300 kilos de la sustancia estupefaciente. También detuvieron a uno de los narcos, mientras que los otros consiguieron huir en la embarcación adentrándose de nuevo en el mar.
Comenzó así una persecución marítima en la que intervino la patrullera de la Benemérita. Siguió los pasos de la narcolancha hasta la zona de Guadalmina, en Marbella, donde tocó tierra otra vez. Eran las 21.00 horas y se estableció un nuevo dispositivo, en el que participaron guardias civiles y policías nacionales donde se pudo detener a otro de los traficantes, que había saltado de la embarcación en un intento de escapar. Según han precisado las fuentes, se resistió de manera contundente a su arresto, pero finalmente fue reducido y engrilletado.
Pese a que consiguió escapar de Guadalmina, la narcolancha fue detectada varias horas más tarde. Sobre la medianoche, La Guardia Civil interceptó a la embarcación cuando se encontraba en las inmediaciones del puerto de Estepona.
Allí tuvieron lugar las dos últimas detenciones en esta operación, en la que han participado varias unidades del Instituto Armado, como el el Órgano de Coordinación contra el Narcotráfico (OCON).